21 de octubre de 2013

RESEÑA DE CINE

Ficha técnica

Título
A Clockwork Orange
(La naranja mecánica)
Director
Stanley Kubrick
Año
1971
Género
Drama
País
Inglaterra
Duración
136 Minutos
Reparto
Malcolm McDowell, Patrick Magee, Adrienne Corri, Michael Bates, Warren Clarke, Miriam Karlin, James Marcus

Resumen

Alex es un joven adicto al sexo y la violencia, pero amante de la música clásica y muy inteligente. Conforma con sus amigos una pandilla, de la cual es líder. Juntos salen a drogarse y buscar la forma de divertirse. Golpean vagabundos, roban autos, irrumpen en casas y violan mujeres. Cada amanecer vuelve a dormir a casa de sus padres. La búsqueda de venganza de sus camaradas, debido a los maltratos de Alex, lo lleva a quedar herido en uno de sus asaltos y terminar en la cárcel.

En su afán de salir, Alex decide someterse a un nuevo tratamiento del gobierno para rehabilitar a los criminales. Es drogado y obligado a ver escenas violentas durante horas con ganchos incrustados a sus párpados para mantenerlos abiertos. El tratamiento logra rehabilitar a Alex. Sale de la cárcel como un hombre físicamente impedido de cometer actos violentos. Al salir, se encuentra con el rechazo de sus padres y los deseos de venganza de sus antiguos amigos y enemigos. Los sufre en carne propia hasta casi llevarlo a la muerte. Postrado en su cama de hospital, Alex será cuidado y engalanado con detalles por parte del gobierno, para cuidar su imagen pública a causa del fracaso de su tratamiento experimental.

Comentario

A Clockwork Orange, de la mano del memorable director Stanley Kubrick, permanece este clásico contemporáneo del cine británico. Hecha para impactar, acabó siendo un buen ejemplo fílmico para recordar y reflexionar sobre los vicios de la sociedad como la violencia, el sexo, las drogas y el poder.

En cada componente de su historia, está implícita la idea de satirizar la realidad y generar sensaciones extremas. La desmesurada violencia y la falta de desinhibiciones morales en sus escenas son probablemente algunas de las características que más llama la atención de los cinéfilos en esta obra de Kubrick.  La personalidad de Álex DeLarge,; el ambiente futurista de un 1995 visto desde el 1971; las escenas sexuales y violentas; la música de Beethoven; el contenido religioso… cada detalle, desde su creación, busca llevar al espectador hacia un extremo irónico-cómico de los eventos narrados.


Desde el punto de vista artístico,  cabe decir que la calidad y belleza de cada una de sus fotografías es atrapante y colorido. Tanto los escenarios hilarantes como el vestuario futurista, son minuciosamente pensados. El universo musical que acompaña, una tras otra, las situaciones por las que Alex pasa, transcurre desde oberturas clásicas de Rossini y Beethoven, hasta éxitos modernos como Sinnin’ In the Rain. Se logra, entonces que la imagen y el sonido se mezclen en un aquietante coctel. La meticulosidad de un director puede hacer grandes cosas cuando se las propone: Kubrick se lo propuso. Nominado a varios premios Óscar, no se quedó con  ninguno, pero sí se llevó la simpatía y la admiración de muchos críticos y amantes del cine.


El cine tiene un poder extraordinario sobre la manera en cómo las personas conciben el mundo que no conocen. Por ello acuden en masa para disfrutar de él. Pero no siempre la realidad tiene la misma acogida. La historia del cine ha visto nacer demasiadas veces movimientos y corrientes que buscan algo más que entretener con sus mensajes. La sátira y la crítica social han sido entes inspiradores de grandes obras. Pero por la manera de hacerlo, muchos de dichos productos han sido llevados al olvido. La naranja mecánica fue en su época unos de esos ejemplos. La censura no impidió que fuera conocida, y a la fecha, es rememorada como una pieza de reflexión y crítica social sobre los límites y las conveniencias que tiene el proceder humano dentro de una sociedad civilizada. 

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