15 de noviembre de 2013

RESEÑA DE CINE


FICHA TÉCNICA



Título
Pan’s labyrinth
(El Laberinto del Fauno)
Director
Guillermo del Toro
Año
2006
Género
Fantasía
País
España
Duración
102 Minutos
Reparto
Ivana Baquero, Sergi López, Doug Jones, Ariadna Gil, Maribel Verdú, Álex Angulo





Sinopsis



Ofelia solo tiene en el mundo más que a su madre embarazada y a su futuro hermano. Se mudan a un molino al norte de España a vivir con su nuevo padrastro, el Capitán Vidal. Al lado, un laberinto antiguo que ha estado allí desde antes que el molino. Ofelia se ve inmersa en un mundo de magia y fantasía que le revela que es una princesa y que debe superar tres pruebas para regresar a su reino. Paralelamente, el Capitán Vidal se enfrenta a unos agitados días de lucha frente a un grupo de revolucionarios contradictores del régimen franquista.

El Capitán es un hombre calculador y de sangre fría, no confía en nadie, solo en Mercedes, su ama de llaves. Ella le sirve y le obedece mientras informa a los rebeldes todos los movimientos del Vidal. La madre de Ofelia se enferma por lo que debe ser constantemente por el doctor Ferreiro, quien también es aliado de los guerrilleros. Entre ellos de se encuentra Pedro, hermano de Mercedes, quien tiene como objetivo asesinar a Vidal. Entre él y sus compañeros del monte fraguan un plan para atacar el molino y robar para el pueblo los alimentos que el capitán retiene allí. En una lucha el capitán retiene a un combatiente enemigo y le hace hablar torturándolo., éste le revela a que tiene un infiltrado en propia su casa.

Ofelia cumple con su primera misión y encuentra la llave que le ayudará con su segunda misión. En esta última, huyendo de un monstruo de ojos en la palma de las manos, obtiene una daga. El hermano de Ofelia nace y su madre muere en el parto. Como prueba final el Fauno pide unas gotas de la sangre del recién nacido, por lo que Ofelia deberá decidir si entrega a su inocente hermano o derrama su propia sangre.


Reseña

El laberinto del Fauno es una película realizada en el año 2006 por el productor, guionista y director, Guillermo del Toro. Este filme es actualmente un referente ineludible en el terreno de la producción cinematográfica latinoamericana que como pocas veces ha sabido poner en jaque a la industria hollywoodense. Inmediato a su estreno se volcaron sobre ella ovaciones y críticas, además de diversos premios internacionales. La carrera de Del Toro se abrió puertas en la industria de las grandes ligas y, hoy día, El Laberinto del Fauno es considerada su obra maestra.

En este filme se puede apreciar una mezcla de cine fantástico con cine de acción explícitamente violento: una interpolación entre la realidad y la fantasía. Un cuento de hadas en el que los finales felices no son como los pintan. El hecho de que la protagonista sea una niña, no hace de ésta una película para niños. Es pues, en sí, una obra cinematográfica hecha para comprender y disfrutar con todos los sentidos, especialmente con la imaginación.



 Esta película presenta dos figuras claramente destacadas: Ofelia y el Capitán Vidal. Protagonista y antagonistas típicos de un cuento de hadas. Una princesa inocente y el villano desalmado. Ofelia gusta leer historias fantásticas y el Capitán es un hombre sin escrúpulos que vive y muere por la guerra y el honor. Cada uno en su propio mundo, o manera de verlo, conviven en un universo físico de guerra y desesperanza que los llevarán a un final trágico en el que, ambos, morirán firmes en sus convicciones, en su ley. El primero representa la parte noble y pura del ser humano, el segundo, la parte oscura y vanidosa. 

Los personajes secundarios son la madre de Ofelia, Mercedes y el doctor Ferreiro. La madre cumple el papel de ser la fuerza contradictoria a los sueños de su hija, representa esa actitud del ser humano en la que viven las personas. Con el Capitán, a pesar de ser su esposa, el trato es mínimo y se resume en una relación de mandar-obedecer. Mercedes es el ama de llaves del molino y la única mujer que tiene acceso a la información más privada del Capitán. Ella y el doctor Ferreiro, quien también está presente en muchas de las acciones principales, representan esa parte valiente y noble del ser humano. 

Todos los espacios del filme están relacionados unos a otros, tanto en proximidad como en interdependencia. Los principales son el molino: hogar del Capitán Vidal, el laberinto: recinto del Fauno y el bosque: refugio de los rebeldes. En el primero se desarrolla la mayor parte de la acción. Allí duermen y conviven los personajes. Es también el  cuartel desde donde Vidal toma las decisiones. Se muestran bastantes tomas en los que se ve el Molino con el bosque alrededor y las decenas de soldados armados protegiéndola. Tienen un cuidado especial en el montaje, la bodega donde el militar intimidaba a sus capturados con un variado arsenal de herramientas torturantes y, su cuarto, un espacio amplio y organizado donde se le muestra más de una vez afeitándose frente al espejo. 

Por otra parte, el Laberinto, ubicado al lado del Molino, con menos duración en escena, es el que se lleva toda la atención. Cada detalle y decoro con el que se encuentran elaborados los espacios, forman un conjunto de elementos que permiten la creación de un universo fantástico que, aunque toma clichés de los cuentos de hadas, logra valerse como verídico dentro de un ambiente sangrientamente realista.


En 102 minutos de duración, El Laberinto del Fauno, nos cuenta una historia que tiene un inicio, un desarrollo y un fin muy diferenciados. Desde que comienza hasta que termina, en el universo de la historia no transcurren más de 3 semanas dentro del año 1944. En este corto tiempo, por una parte, Ofelia descubre al Fauno y emprende la tarea de las tres pruebas y, por otra, el Capitán Vidal, mientras espera el nacimiento de su hijo, lucha con los rebeldes del monte y busca estrategias para derrotarlos. Cada uno de los personajes del filme, envueltos en sus propios mundos, se encuentra en momentos decisivos para sus vidas, situación que finalmente terminará para todos en el día trágico en el que mueren los dos personajes principales. 

Dicho lo anterior, la continuidad de las escenas es generalmente inmediata. La narración avanza por medio de breves escenas que se intercalan entre las aventuras fantásticas de Ofelia, las conversaciones de los rebeldes en el bosque y las acciones del Capitán escoltado por sus secuaces. Una herramienta que en ningún momento carece de coherencia y que logra el éxito al mantener el interés de un espectador promedio, quien no está acostumbrado a este tipo de coctel visual entre el horror y la fantasía. Es el día en el cual se escenifica el final de la historia, cuando dichos mundos tan opuestos se cruzan para dar lugar a la sangre y la tragedia.


Algo curioso de esta película es que prescinde sin problemas de profundización alguna en el pasado de los personajes o de cualquier clase de remembranza para la construcción del argumento o el desarrollo de la historia. Algunos pocos antecedentes que se presentan, son hechos sobre la vida y muerte del padre del Capitán y que serán también, causa y motivación de su personalidad y de sus actos.

Guillermo del Toro nos quiso hacer creer un cuento de hadas, inclusive, en el más hostil de los escenarios. Quiso hacer al espectador partícipe y testigo de primera mano de la cadena de sucesos que componen la película. Por ello, al destacar la parte técnica, el manejo de cámara  y de los encuadres, es uno de los elementos que más distingue y que más personifica lo que este realizador mejicano pretendía mostrar haciendo esta película. Durante todo el largometraje, la cámara no para de moverse: lenta y continuamente, dentro de una misma toma, hace acercamientos, alejamientos, planos detalle,  primeros planos; efectúa cambios de enfoque y desenfoque; realiza paneos verticales, horizontales, en contrapicado, de espiral; en conclusión, todo tipo de movimientos de cámara. A través del lente, el camarógrafo busca que quien mira se sienta como un caminante que merodea alrededor de la acción.

Así pues, puede deducirse que la mayor parte de las escenas y tomas fueron realizadas con un trípode que permitía movimientos en todos los ángulos. Al ser una historia con un marco geográfico y espacial tan delimitado, son pocos los grandes planos generales y casi nulas, las tomas aéreas (las pocas que se observan, son realizadas por animación).

Esta es una de las partes que, sin duda, debe aplaudírsele al director y productor Guillermo del Toro. Puesto que, aparte de los cargos ya mencionados, este hombre también imaginó y escribió la historia de Ofelia y el Fauno. Inspirado seguramente en los cuentos de hadas y algunas leyendas tradicionales. La estructuración del guión es la clásica  de una pieza narrativa: inicio, desarrollo o nudo, y desenlace. Es la composición y los argumentos que respaldan la historia, los que vale la pena tener en cuenta.

El inicio, o exposición, no toma más que 15 minutos de la historia. Allí se introducen los personajes principales y las relaciones entre ellos: Ofelia, el Capitán, Mercedes y el Fauno. La primera escena es una narración en Off sobre el cuento de una princesa, posteriormente da inicio la historia y se muestra el porqué del viaje de Ofelia, el momento en el que descubre el laberinto y  las razones por las cuales el Fauno le dice que ella es una princesa.

Pasado el minuto 90, comienza el desenlace de esta historia. Ya Ofelia ha realizado sus dos primeras pruebas y ya los rebeldes han atacado el molino y derrotado a las tropas de Vidal. Como última prueba, Ofelia debe llevar a su hermano recién nacido a las manos del Fauno.  Escapa con él en sus brazos, perseguida por el Capitán. Finalmente, al arrebatarle el niño, le dispara en el vientre a Ofelia. Final trágico, no muy recomendado para niños o mujeres sensibles, pero que misma historia sabe manejar para dejarnos un sabor agridulce en la garganta al mostrarnos una Ofelia en un mundo del más allá siendo galardonada y felicitada por su gallardía.

Así pues, algo de destacar es el hecho de que éste es un guión que permite una interpretación abierta en muchas de sus concesiones. Esto, marcado en el hecho de que para algunas personas el universo mágico en el que se ve envuelta Ofelia, puede ser real o no serlo. El hecho de que Ofelia puede ver a las criaturas mágicas y los adultos no, es un motivo para dejar abiertas esas interpretaciones, mientras que, por otra parte, la historia deja algunos indicios que pueden ayudar a sostener la tesis de la validez del mundo mágico; un ejemplo simple es el hecho de que la madre de Ofelia se mejoró al poner la raíz de mandrágora que el Fauno había obsequiado a Ofelia para ese cometido.  

No en vano, El Laberinto del Fauno, ha sido una de las experiencias más lucrativas para el cine de habla no inglesa. Además de ser la película extranjera con más nominaciones al Óscar, es conocida como la película española más taquillera hasta el momento. Mientras, las películas de la industria hollywoodense vienen realizando grandes producciones con cifras en dólares de no menos de nueve cifras, Guillermo del Toro logró hacer una obra maestra con solo 15 millones de dólares. En ello participó un elenco de mexicanos y españoles que, con gastos limitados, alcanzaron un nivel de calidad en cuanto a imagen e historia a la altura de las mejores producciones.

El ambientar la película en el año 1944, ya significaba en sí un gran reto para los realizadores. Los vestuarios y locaciones debían entonces ser fieles a la época que se intentaba caracterizar. Tanto los uniformes del capitán y sus soldados, como el vestido que a Ofelia su madre le regala, sustentan un tipo de moda perteneciente a dicha época. El Molino también necesitaba ser creíble, por ello se muestra en medio del bosque una vieja casona ornamentalmente decorada, con tablas ruidosas y llena de sirvientes humildemente vestidos.

A pesar de que la música es un elemento importante y ciertamente bello, no recibe gran preponderancia durante la parte central de la película. Es en la primera y última parte del largometraje donde se dan a relucir los arreglos y melodías compuestas por el español Javier Navarrete. Aludiendo al tono mágico y sombrío de la historia, la banda sonora es una mezcla de tristes melodías clásicas, elementos celtas y coros al estilo gregoriano. Aunque con poca intensidad, la música incidental acompaña la mayoría de las secuencias relevantes del filme.

En la parte central y de más acción durante el desarrollo de la historia, el dialogo entre los personajes y los elementos sonoros diagéticos son los que tienen más protagonismo. Al ser una historia que en poco tiempo narra una densa cadena de sucesos, fueron pocos los momentos lentos y de silencio que el director pudo permitirse. Aun así, son muchas enseñanzas y reflexiones que pueden extraerse de dichos diálogos, especialmente entre los de Ofelia y su madre, y los del Capitán con sus subordinados.

Dejando lo bueno para lo último, es necesario hablar del trabajo artístico y fotográfico de El Laberinto del Fauno. Sin este aspecto, un impecable trabajo de composición visual e iluminación, este filme no sería lo que es hoy día. Con una coloración cálida y levemente oscura los interiores y con una tonalidad fría y sombría en los exteriores, los productores de arte logran exitosamente llevar al espectador hacia una admiración y deleite estético de ese mundo de caos que se presenta, en el cual, a pesar del horror, incluso un individuo vil y cruel como el capitán Vidal se convierte en un personaje de notable valor artístico. Todo ello gracias al buen manejo de la temperatura del color dependiendo de cada escenario, inclusive en la trágica y sublime escena final iluminada por la luz de la luna.

Los recursos violentos y sangrientos están explícitos por todo el filme. Esto logra crear un clímax en muchas escenas en donde están presentes y hacen de éstas, momentos impredecibles e impactantes. Pero mostrar este tipo de recursos requiere un trato visual muy cuidadoso y premeditado para asegurarse de transmitir las sensaciones correctas y no las equivocadas. Quién haya visto películas del director de Tim Burton, al menos las más conocidas, y entienda su concepto visual, seguramente no le será difícil crear una relación entre éste y  los elementos artísticos que componen el trabajo de Guillermo del Toro. Ese es algo que distingue a este director, busca encantar y capturar la atención a través del recurso visual. No es gratuito que de los seis premios Óscar a los que esta película estaba nominada, dos de los tres ganadores, junto al de mejor maquillaje, fueron a mejor fotografía y mejor dirección artística.




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