19 de agosto de 2011

ENSAYO


Colombia y la sociedad interactiva 


Colombia no es ajena, ni lo ha sido nunca, a los desarrollos tecnológicos que surgen continuamente en el planeta. Aunque es, lo que los países más desarrollados llaman, un ‘país tercermundista” o en vías del desarrollo, la sociedad colombiana es una cultura curiosa tecnológicamente y deseosa de no quedarse atrás. A pesar de esto, no deja de estar atrasada a los fenómenos mediáticos que ocurren en países más avanzados que son replicados años después en el contexto colombiano. La industria mediática y publicitaria es un sector en crecimiento para Colombia a partir de mediados de siglo XX, cuando la radio era lo más novedoso y la televisión análoga y a blanco y negro incursionó en la cultura nacional, pero ha tenido su máximo ascenso en la última década. La transición de las sociedades modernas, de la era de las letras y los libros a la era mediática, es una realidad con un siglo de historia. Ahora, con los computadores, Colombia se encuentra en camino a la llamada ‘sociedad de redes’ o ‘era digital’, con la accesibilidad cada vez más democratizada de los recursos electrónicos al servicio de la comunicación. Un proceso a paso lento pero seguro.

La modernidad es el escenario de la homogenización y la hibridación cultural en el mundo. Analizado esto por los teóricos de la comunicación, en gran parte por la influencia que ejercen los medios en la audiencia desde su primera interacción con éste. En los primeros años del prolifero siglo XXI, la cosmovisión de las naciones más desarrolladas cambió de manera radical; llegaron sucesivamente el telégrafo, el teléfono, la radio, la televisión a color y, progresivamente, los ordenadores informáticos. Los medios masivos, incursionaron en la sociedad a revolucionar la comunicación humana y a convertirse en el “telón de nuestras vidas”.

General Rojas Pinillas en 1954
En Colombia, la televisión no llegó hasta 1949, pero ya, había sido pionera en la aviación en el plano latinoamericano y auspiciadora de varias cadenas radiales; o sea, ya la radio y el correo aéreo tenían una gran aceptación entre los colombianos para comunicarse tanto nacional como internacionalmente, lo que hacía imperativo traer el ‘nuevo’ medio de comunicación tan popular en la época en Norteamérica. Los parámetros con los que el gobierno de turno contrató el sistema fueron inicialmente propagandísticos y educativos. Pero el fenómeno de losmass media norteamericano, influyó paulatinamente en el país. Se empezaron a producir telenovelas, noticiarios, seriados con contenidos colombianos creados con el fin neto de entretener; como réplica de los países europeos y norteamericanos, Colombia empezó a consumir masivamente los contenidos de la atractiva ‘pantalla chica’. Las célebres novelas de los escritores de habla hispana pasaron del papel a  las ‘imágenes con movimiento’, atrás, quedaron las radio novelas que entretenían a niños y grandes.

Hasta la actualidad, a pesar del masivo crecimiento de consumo de internet y de redes sociales por parte de los colombianos gracias a la creciente oferta a precios cada vez más bajos de los competitivos  prestadores de servicios,  la televisión logra un aumento, casi imperceptible, de sus audiencias. Fenómeno que ni  los mismos teóricos de la comunicación, ni los analistas de medios saben explicar con exactitud; se pensaría que el crecimiento de ambos medios sería inversamente proporcional, pero en el país no lo es.

La Comisión Nacional de Televisión colombiana mueve dinero en cantidades industriales, es el país con mejor proyección de crecimiento en medios e inversión publicitaria en Latinoamérica, según un estudio realizado por la consultora internacional Price Waterhouse Coopers (PWC) en 48 países.  No en vano,  el país cuenta con canales de televisión y emisoras radiales regionales, municipales, comunitarias, educativas y religiosas; todo en conjunto, más que cualquier otro país de la región. El puesto de presidente de la comisión es más disputado que el del presidente del banco de la republica, por decirlo de una manera coloquial.

Los dos canales privados, Caracol y RCN– visionados bajo poderes políticos y económicos de los emporios económicos nacionales- manipulan y agenda la vida de los colombianos de manera sutil y monopolizadora sin que éstos dejen de consumirlos masivamente a la par con los medios electrónicos. A pesar las innumerables emisoras radiales, periódicos, revistas, y canales audiovisuales, tanto regionales, nacionales e internacionales con presencia  en el país, éstos dos canales de televisión son los de mayor potencial publicitario y propagandístico en la audiencia colombiana por el alto rating que registran diariamente. La importancia de la industria mediática en Colombia es tal, que actualmente la comisión  se encuentra en un litigio que decidirá cuál poder económico se apoderará del tercer canal privado, proyectado para el actual año pero postergado por motivos burocráticos para los años venideros.

Pero a pesar de todo el flujo económico que representan los medios para las corporaciones nacionales, Colombia es un país de contrastes, con alto grado en las cifras sobre la pobreza y la calidad de vida y unas cifras oficiales que hablan de un crecimiento económico (1), lo que deja claro que el problema radica de inequidad y en la repartición de las riquezas; no todos los colombianos tienen acceso a los servicios básicos, pero existen más teléfonos celulares en el país que colombianos (2).

La democratización de la comunicación de masas no es aún una realidad en toda Colombia, donde una buena cantidad de la población no tiene acceso fácil a la información y aun menos a los servicios básicos como la luz o el agua (2). La utopía se presenta sobre los actores de la comunicación; medios, que propongan cultura y entretenimiento y, por otra parte, informen y eduquen de manera responsable y equitativa a sus audiencias, sosteniendo el principio de sostenibilidad de toda empresa privada, así como, una audiencia con sentido de raciocinio propio y consciente de su papel como consumidor de la información. No es asunto netamente colombiano, otros países latinoamericanos, actualmente, están debatiendo reformas sobre la democratización de la comunicación.

La red social FaceBook tiene más de 700 millones de usuarios
a comunicación electrónica se apodera del mundo, y la par con ella, la publicidad digital, próxima sucesora de la publicidad impresa. Estas dos industrias unidas, como ejes transformadores del poder mediático permiten lo que Manuel Castells llama ‘la sociedad interactiva’ (3). Generación sumida en una conversación –virtual- mundial. Como lo pronosticaba Castells en 1995 la virtualidad y la red Internet se expandió abruptamente de la mano del sistema educativo y del sector comercial; “La CMC se presenta como el medio de comunicación del segmento con más dinero y más educado de la población de los países más ricos y cultos, y las más de las veces habitantes de las más grandes y sofisticadas áreas metropolitanas”. Observamos que para la época, el autor no se limita en presuntuosos adjetivos para delimitar el que consideraba el perfil de los nuevos usuarios para el medio de comunicaciones electrónicas y mensajes instantáneos. Fue un proceso de pocos años para que sucediera con los medios electrónicos lo que según Castells, pasaría en los ‘países más ricos y cultos’ (3). 

En Latinoamérica, como se ha dicho anteriormente, el reflejo de éste fenómeno mediático ha sido lento y asíncrono, pero como lo demuestran las cifras de abonados a los servicios de banda ancha. Colombia hoy, ha despertado en el terreno de la correspondencia electrónica y la creación de comunidades virtuales y, tanto sus tradiciones familiares, agendas personales, costumbres sociales y tradiciones culturales se han encaminado en el campo de la globalización, en aras del desarrollo; pero a costa, de los bolsillos de los consumidores de la info-comunicación, y del acrecentamiento patrimonial de los poderes mediadores de los medios.






CIBERGRAFÍA

(1)  W RADIO. Economía colombiana creció 5,1 por ciento en el primer trimestre. Boletín. Junio 23 de 2011. Disponible en: http://www.wradio.com.co/nota.aspx?id=1494099
(2)  MINISTERIO DE LA TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES. Boletín de las TIC “Cifras cuarto trimestre de 2010”. Abril de 2011. Disponible en: http://184.106.30.252/E-DocumentManager/gallery/Indicadores_del_Sector/Bolet%C3%ADn4Tfebrero2011-l.pdf
(3)  CASTELLS, Manuel. El surgimiento de la sociedad de redes. Blackwell Publishers. 1995. 

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